Desde luego es lo más famoso que tiene Pamplona y Navarra, ya lo dice la mítica canción, “7 de julio, San Fermín”. Si nunca has estado no sabes lo que te pierdes: ocho días de fiesta ininterrumpida en la calle, ocho encierros de toros por las calles de Pamplona, ocho corridas de toros en la Monumental pamplonesa, ocho días de pelota vasca en el frontón Labrit o Euskal Jai Berri, ocho días de diversión continúa. No se puede pedir más… si el cuerpo aguanta.

La Comunidad Foral de Navarra está reconocida como uno de los referentes internacionales en materia de salud. Sus afamados sistemas médicos y sus centros hospitalarios así lo atestiguan. A esto hay que añadir el vanguardista centro de investigación (CIMA), pionero internacional en esta materia médica.

En los últimos tiempos Pamplona se ha convertido en una de las capitales españolas del pintxo, su afamada semana de dedicada a esta cocina en miniatura en primavera ha contribuido a ello.

Pamplona es una ciudad cómoda para llegar a los principales lugares de interés. Por ejemplo, desde nuestro hotel se puede acceder al centro de la ciudad incluso dando un agradable paseo.

Si un movimiento sociopolítico está unido a Navarra este es el carlismo y como no podía ser menos en la Comunidad Foral existe una ruta temática que da a conocer este fenómeno que se asentó en Navarra durante decenas de años, principalmente en el siglo XIX. El epicentro de la Ruta del Carlismo se erige en Estella-Lizarra donde está el Museo del Carlismo.

El Valle de Baztán es uno de los lugares emblemáticos de la geografía navarra que está situado al norte de la comunidad foral a unos 40 kilómetros de Pamplona. Desde hace un par de años la trilogía literaria de la escritora Dolores Redondo ha hecho que muchos de sus lectores descubran la magia que tienen los bosques y los lugares donde se desarrolla la fascinante acción de las novelas.